Galería
En éste apartado podrá ver otras obras que he ido creando a lo largo de éstos años y que ya no están disponibles en el catálogo de venta.
Diffumints
Es fruto de la casualidad, es fusión entre un antes y un después, entre el figuratismo, y la expresión colórica.
Manteniendo las mismas esencias de creatividad de mi obra anterior.
Diffumints, es un predominante primer plano,que determina la forma, y segundos planos atmósferos de color, determinantes con luz propia.
Diffumints, son elementos que pueden pasar desapercibidos, y elevarlos a categoria de arte.
Jordi Miralles i Hostalot
Juguetes
La vivencia del espacio estructurado por formas geométricas, volumétricas, amontonadas, ya se encuentra en la construcción dibujística más primigenia del niño que diseña ciudades imaginarias. De izquierda a derecha y de derecha a izquierda se suceden módulos, de arriba a abajo se edifican las piezas del juego, hasta que todo el espacio queda organizado por la ley inequívoca del equilibrio y la línea recta, siempre tranquilizadora. Siguiendo el instinto creador ávido de juego, de la imaginación emerge una combinación de colores espontánea, transmisora de una vitalidad que no afloja, evocadora de imágenes introspectivas, memoria tonal. En la elección, mezcla y mixtura de los elementos del juego no hay ninguna intromisión proveniente del exterior. Es la creación de un universo hecho a medida, interior, donde los recuerdos ultrapasan el papel y simpatizan con la habilidad estilística propia de un creador nato.
Mireia Miralles Guidonet
Marinas LaMardecordes
Aparentemente perdidas en el inmenso mar azul, las veladuras sobreimpresas una encima de otra no hacen más que traducir el talento y la decisión de un gesto medido, y a la vez impetuoso. Mientras exploramos las intimidades de un fondo marino, removido, fugitivo, vivo, de repente lo impide la presencia serena de un laúd, siempre enmarcado por una mirada dejada al deseo del que busca, y finalmente encuentra, un rincón que le permite pisar suelo firme. El ojo, el suyo, observa los reflejos de un blanco cada vez más luminoso, el contraste de un fondo insondable. El ojo, sobrevolando el fragmento, se adentra en los detalles más delicados, casi poseído por una actividad hipnótica destinada a extraer los relieves ocultos de entre las vetas de la madera. El ojo, arrebatado por un afán de quedarse quieto, se ata a una cuerda que perfila un camino descendente, en el mejor de los casos sujeta y aferrada en puerto. En la proximidad quiere describir porciones de realidad sumergida, porque sabe que si no fija esta parcela de mar, el paso del tiempo se llevará la barca.
Mireia Miralles Guidonet
Naturas
Desde una posición central, observa frontalmente la cotidianidad que le es más cercana, en una relación equilibrada, de igual a igual. En un acto de humildad, interroga a la realidad palpable; el objeto, a su turno, responde dócilmente. Entonces empieza el juego paradigmático de una práctica tradicional como es la mimesis de la naturaleza, en el que ambos se desnudan con la mirada. La escoba, el barreño, la uva, o las lecheras, se entregan a la destreza de una mano que modela con dedicación y perseverancia, las formas de una realidad inmediata. Igualmente, el trazo hace patente la sensibilidad de una personalidad rica en matices, en la que impera la voluntad de fundirse con el objeto, figura centrada, detallada. En este ejercicio de confirmación de identidad, el objeto respira una soledad que le hace protagonista de su propia y única presencia en un espacio en el que no intervienen fracturas ni dilemas.
La forma conserva su plena dimensión, subjetiva, personal y con todo, se aísla de un fondo ilusorio, más pictórico, desértico.
Mireia Miralles Guidonet
L’ESCOMBRA
En éste cuadro titulado «l’Escombra», la temática de Jordi Miralles se concreta en un objeto singular caracterizado por su pequeñez y su cotidianidad.
De éste modo es como estos objetos insignificantes, que pasan desapercibidos por la mirada de la mayoría de nosotros, se convierten a menudo en fuente de inspiración de grandes creadores contemporáneos.
Así es como Neruda, en sus Odes Elementales; Miguel Hernández; o incluso nuestro Joan Brossa, en sus poemas-objeto, convierten la imagen visual en poesía de la vida aparentemente intranscendente.
Y es que, en estos casos, el ojo del artista sabe elevar a categoría de obra de arte la belleza que emana de las pequeñas cosas.
Jordi Miralles redescubre en esta escoba la intensidad de la forma de lo que es desapercibido y elemental a la vez. Y reivindica la elegancia y contundencia de las líneas y colores de este objeto familiar, lleno de connotaciones, que aparece solo, inmóvil y abandonado en un rincón, apoyado en los tonos fríos de una pared muerta o dormida.
Maria Alba Pozo Ribas
(Catedràtica i professora de Literatura a Manresa)
Evolución proceso creativo
